▲ Persephone {id.}

Se caracteriza por poseer una belleza extraña, de rasgos exóticos, más aun así delicados, femeninos y armoniosos. Es de complexión pequeña, su altura apenas alcanza el metro sesenta y seis, característica que sobresalta su encantadora figura y le da un aspecto inofensivo. Carece de fuerza física aunque está provista de una mayor agilidad. Su cuerpo no posee curvas exuberantes dada su pequeña fisionomía. Se rige por la armonía, lo que atrae la mirada de muchos. Su piel es pálida por naturaleza y libre de marcas, dando una sensación de extrema suavidad al tacto. Es de rostro ovalado, pómulos marcados, pequeña nariz respingada y boca firme con labios finos y rosados. Sus ojos, grandes y rasgados, de un llamativo color rojo que se asemeja a las llamas del fuego y que son su rasgo distintivo por su forma, están rodeados por espesas pestañas oscuras que resaltan su color. De mirada hipnótica y atrayente, muchas veces dicen más de lo que su portadora desearía. Tiene una mezcla de inocencia y madurez que engañan, con gestos un tanto infantiles que van acorde con su personalidad y otras veces un tanto ariscos que acompañan sus rasgos. Sus orejas pequeñas están a la vista ya que lleva su cabello corto, apenas pasa la línea de sus hombros. De un llamativo color rojizo, posee un corte irregular, la parte delantera es un poco más larga que la de la nuca. Lleva un mechón amarrado sobre su cabeza en una graciosa coleta, siempre del lado izquierdo. Un fleco desmechado que le llega más allá de las cejas pero sin cubrirle los ojos descansa sobre su frente, enmarcando su rostro. Sus movimientos suelen ser un tanto torpes y a veces puede definírsela como despistada, razón por la cual suele llamar la atención a dónde va, no logrando pasar inadvertida.

Es común verla vestir con una especie de túnica blanca al estilo griego u otras veces cubierta con una capa de viaje de color negro. En cada muñeca lleva un brazalete de oro con decoraciones en diamantes de distintos colores.

Lo más llamativo de Persephone es que su actitud dista completamente de su apariencia. Su mirada fiera y la mueca de su rostro puede que a muchos les de la impresión de que es una persona seria y antipática. Pues están equivocados. Muchas veces parece una niña pequeña y curiosa, impulsiva, que actúa antes de pensarlo dos veces.

Tiene una personalidad burbujeante, es completamente natural, espontanea, no se deja llevar por los parámetros sociales. Normalmente se la puede ver de buen humor, siempre animada, brillando. No busca despertar la lástima en los demás, sino que busca simpatizar a través de su personalidad abierta y despreocupada. Es alguien positivo y que siempre intenta verle el lado bueno a las cosas. Es refrescante su compañía y no hay nadie que pueda decir lo contrario. Tiene esa mezcla entre niña y mujer que cautiva y suele jugar con eso. A pesar de los muchos golpes que le ha dado la vida, sigue adelante.

Esto no quiere decir que carezca de carácter. Si la haces enojar conocerás su peor cara y no es nada agradable. Puede ser bastante explosiva en ese caso. No dudará en gritarte o recalcarte que es lo que has hecho mal. Aunque sea en escasos casos y dure sólo unos momentos, puede pasar. Pero no es una mujer agresiva por naturaleza. Todo lo contrario, la caracteriza su bondad y su buen trato. Algo irónico teniendo en cuenta el nombre que posee y la razón por la cual la bautizaron así.

Aun así, cuando la situación lo requiere, deja de lado aquellas maneras infantiles y se pone a la altura de lo que acontece. Desde siempre se ha ganado la vida por su cuenta, por lo que no los engañe con su actuar despreocupado, sabe bien cómo sobrevivir y como apañárselas por su propia cuenta. Es alguien completamente independiente y si bien le agrada estar en compañía de los demás, no le gusta tener que depender de otras personas para resolver sus problemas, no desea ser una carga para nadie.

Es de trato fácil, amigable, tierna y cariñosa. Tiene unos valores de amistad muy altos. Para ella los amigos son muy importantes y hará lo que sea por verlos bien. Es leal y digna de toda confianza. Nunca hará nada para traicionarlos y siempre velará por su bienestar. Al contrario, en el amor no puede considerarse para nada experimentada. Tiene una visión romántica de éste y puede llegar a ser un poco ingenua. Solía ser bastante enamoradiza de pequeña, por lo que ahora se resguarda bastante, aunque nunca lo suficiente como para esconder aquella niña soñadora por completo. Por ese motivo le gusta ser precavida en ese terreno.

Persephone, así es como se conoce en la mitología griega a la reina del Inframundo. Fue nombrada así por su abuelo materno luego de varias horas de parto por parte de su madre. Su abuela, Calíope, intentó oponerse ya que no deseaba que su nieta llevase fuese nombrada como “la que lleva la muerte”, pero no consiguió hacerlo cambiar de opinión. El hombre, herido al perder a su única hija a causa de aquel embarazo, creyó apropiado llamarla de aquella manera. Su abuela, afligida con el destino que le depararía a la niña la nombró también como Xenia.

Su madre había muerto en el parto y de su padre nunca había sabido nada, sólo que su abuelo lo despreciaba completamente, odio que parecía también guardar hacia ella. Cuando era pequeña, no entendía la razón por la cual Calíope evitaba cruzarlos a ambos, hasta que a la edad de diez años escuchó una conversación a escondidas en dónde éste expresaba abiertamente el rencor que guardaba contra la niña que poco a poco había ido robándole la vida a su amada hija. Persephone comprendió que era la razón de que su madre hubiese muerto y se culpó día a día por eso. Su abuela se preocupó al ver el cambio abrupto en su personalidad, volviéndose taciturna y poco habladora. La encaró sin rodeos, deseosa de saber cuáles eran los pesares de la pequeña. Incapaz de ir contra aquellos bondadosos ojos que siempre la habían cobijado, Persephone le contó lo que había oído. La mujer entendió lo que sucedía y con todo el amor que poseía le explicó las circunstancias que habían acontecido durante el difícil embarazo de Xenia, su madre.

A los veintiún años, Xenia Andreatos, se había enamorado de un profesor de la academia de magos de Safir, un elementum que manejaba el fuego, al igual que ella, al igual que su madre. Vivieron un romance, de aquellos que parecen interminables, pero ambos sabían que no podían estar juntos. Muchas eran las trabas que se interponían entre ambos pero estaban dispuestos a superarlas. Su padre era una de las principales. Se negó rotundamente a concederle la mano de su amada Xenia y le prohibió a ella regresa a Safir y a la academia. Por mucho que ambos reclamaron, era un hombre que no retrocedía a su palabra. Sin embargo, ninguno sabía que dentro del vientre de la joven Andreatos crecía una nueva vida. Esto enfureció aún más a su padre que le prohibió abandonar su habitación por completo. Esto supuso una gran tristeza para la muchacha, alejada de lo que era su vida, de su amor, de su libertad. Su único consuelo era aquel bebé que crecía dentro de ella, lo amaba aún sin conocerlo y estaba segura que en cuanto naciera, ambos se irían de allí. Pero sus planes no salieron como lo creyó, el embarazo fue más de lo que pudo soportar y pereció luego de haber visto aquellos ojos rojos. Pero si de algo estaba segura Calíope es que murió con una sonrisa en los labios, sabiendo que su pequeña hija estaba bien.

Persephone lleva grabadas aquellas palabras con fuego en su memoria y prometió a su abuela, por el nombre de su madre que también llevaba, que no volvería a dejar que nada le robara su alegría, viviría por ella y por su madre.

Sin embargo, la vida tenía preparados más golpes para la joven. Su abuela, su única fuente de cariño, la figura materna y la pequeña a quien más quería, cayó enferma al poco tiempo. Una extraña enfermedad que no logró superar. Había quedado a cargo de ese hombre que no conocía y que la aborrecía. No lo pensó demasiado. Juntó sus pertenencias y en cuanto la luna asomó, huyó de su casa. No tenía nada más que la atara a ese lugar.

Con su ingenio, se las arregló para llegar hasta Safir, ayudada por el manejo de su elemento fuego y su carisma. Muchos viajeros no tardaban en tomarle cariño, extendiéndole una mano cuando lo necesitaba. Allí fue cuando se enamoró por completo del mundo que la rodeaba, descubriendo la pasión que sentía al viajar, al conocer lugares nuevos, gente nueva, costumbres nuevas. Todo la maravillaba, la cautivaba.

En el nuevo lugar, intentó encontrar a su padre pero no halló nada más que un cuarto vacío y libros sobre magia. En Safir se asentó durante algunos años, instruyéndose, aprendiendo más sobre aquello que había unido a sus progenitores. Aprendiendo más sobre sí mismas y sus poderes. A los dieciocho años, sintiéndose preparada, decidió comenzar su viaje, recorriendo así cada recóndito lugar de Ehlysea, ganándose la vida haciéndo trabajos a cambio de dinero como hizo siempre, sin perder la esperanza de en su camino, encontrar a aquel que lleva su sangre.

▲ Le gustan mucho los dulces, son su debilidad.
▲ La cosas suaves y mullidas.
▲ Los regalos, hacerlos y que se los hagan.
▲ Las cosas tiernas, pequeñas.
▲ La noche, adora dar paseos nocturnos a la luz de la luna.
▲ Le gusta mucho la música y la danza.
▲ Los animales, tiene pasión por éstos.




▶ Suele jugar con su cabello cuando está nerviosa.
▶ Frunce ligeramente los labios en momento de mucha concentración.
▶ Tiene una pequeña cicatriz debajo del ojo derecho, regalo de uno de sus trabajos.
▶ Realiza trabajos de caza recompensas, cualquier necesidad que alguien tenga, ella se las apaña para resolverlas. Algunas son más peligrosas que otras pero es la forma que utilizó siempre para sobrevivir.
▶ Es muy buena con el manejo de su elementos, el fuego. Asistió a la academia de magia en Safir, desarrollando sus habilidades, aunque aún continúa entrenando.
▶ Si bien puede ser bastante torpe, siempre encuentra la manera de salir victoriosa.
▶ Posee un pequeño gato blanco que siemrpe la acompaña y a quién llama Xenia.
▶ Muchos suelen relacionarla con la diosa Persephone por el aspecto serio con el que se presenta pero todo aquel que la conoce sabe que difícilmene pudiese relacionarsela con la reina del inframundo.
▶ Con el tiempo perdió la costumbre de utilizar su apellido, desligándose así de lo que la mantení atada a su abuelo, de quien no ha vuelto a saber absolutamente nada.
▶ Se siente ligada a Safir mucho más que a Ruber ya que fue en este reino en dónde logró independizarse y llevar a cabo un mayor crecimiento.