♠ Tory Kamény ID

De estatura media, mide alrededor de 1.70 y su complexión es esbelta, con las curvas justas para hacerlo escultural y llamativo, en ese sentido no tiene qué envidiarle a nadie. Su piel es tersa al tacto y nívea, realzando de esta manera sus bellas y elegantes facciones, dignas de la realeza. Su cabellera es lacia y larga, le llega por debajo de las caderas y de un hermoso tono oscuro que dependiendo de la luz, puede parecer el más lustroso de los azabaches o con ligeros destellos azulosos o morados. Sus ojos son grandes y expresivos, de un suave tono amielado que cautivan a cualquiera que se atreva a mirarlos fijamente, pues en sus profundidades encontrarás reflejada el alma de la joven reina; son enmarcados por unas largas, abundantes y oscuras pesteñas rizadas. Su expresión siempre suele ser inexpresiva a simple vista, pero en realidad está llena de melancolía, siendo sus ojos los que más dejan ver su sentir. Siempre viste de manera formal, con el atuendi típico de la reina y sacerdotisas.
Como dato extra, es el vivo retrato de su hermana mayor.

En un principio Tory era una chica dinámica y llena de ilusión por la vida, dispuesta a comerse el mundo de un sólo bocado de ser necesario y abarcarlo todo con sus propias manos. Llena de amor por las personas que la rodeaban y dispuesta a todo por protegerlas, sin importar si ella tuviera que salir herida en el intento. Nunca perdía las esperanzas por un futuro donde no habría cabida a los conflictos y riñas entre seres vivos, por un futuro mejor para todos; y sabía que su hermana mayor iba a conseguir la paz plena en Smaraudus durante su reinado. Pero todo eso cambió tras la muerte de esta y la sucesión de trono de ella. Desde entonces, no hay un sólo día en que no deje de lamentarse por aquel trágico suceso, y de sentirse culpable y responsable de la pérdida de su ser más amado y cercano. Perdió toda ilusión, todo deseo de seguir viviendo. Indiferencia ante lo que pase a su alrededor ahora es la burbuja que la cubre y protege de la cruenta realidad a la que se ve sometida a vivir. Sus ojos ahora brillan por la melancolía y el dolor de los recuerdos que siempre le invaden para atormentarla, su expresión se ha vuelto inexpresiva para todo público salvo para los que logran interactuar en algo con ella: sólo la nostalgia y la tristeza son las reinas de aquel hermoso y juvenil rostro. No permite que nadie se le acerque, pues no desea crear lazos con nadie. No tolera ni siquiera que la miren, porque sabe que no la miran a ella sino a su hermana, a la legítima reina de Smaraudus, incluso no puede ver su propio reflejo por lo mismo. Evita a toda cosa salir al público, al menos que sea extrictamente necesario, y cuando llega a salir por situaciones ajenas a las oficiales de su gobierno, siempre lo hace oculta tras una capucha negra. Ha perdido el interés incluso por sus propios súbditos, aunque en el fondo los sigue amando y no desea que sufran daño alguno; ha permitido que sean sus consejeros los que lleven la riendas de todo, limitándose ella a ser sólo la figura reinante, sin tomar decisión alguna, y sin saber ni ser consciente siquiera de la manera en la que su mano derecha dirige los asuntos en el lugar. El día en que se percate del error en el que ha estado viviendo a lo largo de los años, será aquel en el que ponga orden y comience a creerse la reina de Smaraudus y a tomar su lugar como tal; mientras tanto se limita a dejar pasar los días, tan sumergida en su doloroso pasado que no se percata ni de su presente, ni del futuro.

La menor de las mellizas Kamény, ambas hermanas nacieron idénticas, sólo con unos cuantos minutos de diferencia, haciendo de su hermana Tora la sucesora legítima al trono de Smaraudus. Ambas niñas crecieron juntas, y eran totalmente inseparables, a pesar de que a la mayor desde muy temprana a edad comenzaron a prepararla para que en un futuro pudiera reinar en aquellas pacíficas tierras. Nunca podías ver una hermana sin la otra, y Tory creó un lazo tan fuerte con su gemela mayor, que su sufrimiento era el de ella misma. Así pasaron los años hasta que llegó el día en que ambas cumplirían la mayoría de edad, los 21 años, día en que Tora ascendería en el trono y tomaría su lugar como la Reina de Smaraudus. Unas horas antes de la real ceremonia, la menor de las hermanas fue secuestrada por unos cazafortunas y sin pensarlo dos veces, Tora, quien había presenciado todo sin poder intervenir, decidió ir al rescate de la pelinegra sin pensarlo dos veces y sin tener oportunidad de buscar antes ayuda. Llegó a la guarida de los maleantes, quienes tenían a su preciada hermana cautiva, y trató de negociar con estos, de llegar a un acuerdo que les pudiera beneficiar a cambio de que dejaran a Tory en libertad. Hoy en día sigue siendo un misterio de cómo terminaron las cosas, y cómo fue que Tora terminó sin vida tras aquel percance, pero era un hecho de que esta había muerto y Tory estaba sana y a salvo. Sólo la menor de las mellizas vio el trágico suceso, quedando en shock por muchos días y sin poder hablar, horrorizada ante la visión de su hermana siendo asesinada cruentamente. Nunca ha dicho qué fue lo que ocurrió en verdad y ha decidido callar, guardar ese dolor en su corazón por más de un siglo sin hacer a nadie más participe de este, pues ella y sólo ella era la responsable de aquel trágico suceso. A partir de ese momento, Tory dejó de ser la chica que todo el mundo conocía para convertirse en lo que hoy en día es, en lo que ha sido por estos 100 años y en lo que seguirá siendo durante más hasta que no se decida salir de aquella muralla que construyó a su alrededor, para no lastimar a nadie más ni ser ella herida.
Sin heredera, inmediatamente la sucesión del trono pasó a ser responsabilidad de Tory, a quien prepararon durante todo un año hasta que se llevó a cabo la ceremonia real, y ella tomó el lugar que originalmente debió ocupar su adorada hermana Tora.
Tras convertirse en reina, decidió dejar todos los asuntos de lado y permitir que fueran los consejeros reales los que se encargaran de sus deberes como reina, ella haciéndose cargo únicamente de aquellos oficiales que ameritaran de su presencia o intervención. De allí en más, no se ha interesado por nada: ni qué es lo que está pasando realmente con el reino, ni de todo lo que han estado haciendo sus más allegados a sus espaldas y en su nombre. Esa ha sido la situación por exactamente un siglo en Smaraudus.

♠ Es una ninfa
♠ Tiene habilidades para el canto, su voz es realmente hermosa y priviligiada
♠ Considera al agua como el elemento más místico de la naturaleza, y siempre se ha sentido atraída por ella
♠ Tiene un vínculo muy estrecho con la naturaleza, desde que era una niña, pero este se reforzó el día en que tomó el trono de Smaraudus